domingo, 6 de noviembre de 2011

LA GESTIÓN DEL ESPACIO, EL TIEMPO Y LOS RECURSOS MATERIALES. ORGANIZACIÓN DE LA JORNADA ESCOLAR.

MARCO TEÓRICO.

Este tema lo enfocaré a la importancia de considerar el espacio y el tiempo como medios a nuestra disposición para cumplir los objetivos educativos, y por lo tanto a saber administrarlos para obtener su máximo rendimiento.
Los centros educativos funcionan como una unidad con caraterísticas propias. 


El tiempo y el espacio son también parte de esa organización del centro. Vamos a ver algunas realidades en las que tiene un papel importante algunas de las dos variables y cómo debemos adaptarlas para un mejor resultado:

- Se debe atender a una racionalidad didáctica. La fragmentación de las clases en horas no puede determinar el ritmo de las actividades. Si unos alumnos estan inmersos en alguna tarea de aprendizaje, no se debería interrumpir porque toque cambio de materia. Hay que dejar el proceso concluir.
- Usar recursos didácticos no concentrados en el aula. Las paredes no deben ser una limitación a la enseñanza. Si sabemos que disponemos de unos medios que pueden facilitar el aprendizaje, hay que hacer uso de ellos, aunque no estén dentro de nuestro aula. Debemos planificar el trabajo con esos recursos para poder ampliar lo que queremos enseñar.
- Utilización del entorno como un elemento más. Aprovechar lo que nos ofrece la ubicación del centro, hacer de los alrededores partes accesibles y útiles para la enseñanza, buscando mayor dinamismo y apertura a la realidad.
- Tratamiento a la diversidad. Como hemos visto en entradas anteriores hay alumnos que necesitan tratamientos y planteamientos distintos del resto. Éstos en ocasiones necesitarán alguna modificación del horario y no podemos supeditarlos a éste, habrá que adaptarlo a las necesidades del proceso en el que estemos trabajando.

Tanto la actividad Enseñanza-Aprendizaje (E-A) como la organización de las personas no puede estar sometida a espacios y horarios convencionales sino que debe regirse por criterios pedagógicos.


En "Escuelas eficaces profesores eficientes" de Davis y Thomas (1992) se destacan algunas caraterísticas del espacio y el tiempo como la importancia de la participación del alumno para hacer más efectivo el tiempo real de aprendizaje, el efecto negativo de la interrupción de tareas, la utilización de recursos específicos, entendiéndolos como un elemento más de calidad y la necesidad de reflexión por parte de los docentes sobre cómo, cuándo y dónde enseñar.


Marshall McLuhan


Marshall McLuhan ya predijo en su obra "El aula sin muros" que la educación no se limitaba a las paredes de una escuela. La mayor parte de la enseñanza se encontraba fuera, por tanto, el libro ya no era el único poseedor de la sabiduría. 
Esto nos debe hacer comprender que no podemos limitar la enseñanza a lo que ocurre dentro del centro, hay que mirar hacia fuera, y buscar más allá de esas cuatro paredes para adaptarnos a la realidad que nos rodea.


El espacio es a la vez continente y contenido de la educación, en su interior se llevan a cabo las situaciones de E-A y a la vez condiciona los contenidos y metodos que se imparten. La forma de distribuirlo y aprovecharlo corresponde a una manera particular de entender la educación.

Para considerarse escolar, un espacio requiere: intencionalidad, estructura, planteamientos didáctico-pedagógicos y sujetos activos que lo protagonicen.

El espacio escolar se rige según factores externos e internos. Los primeros son los que engloban las características técnicas ya existentes antes de ser un espacio escolar, como la situación geográfica o la capacidad del edificio, por ejemplo, y los internos se centran en el aprovechamiento del espacio para el fin deseado.
Es interesante que el alumnado participe de esa adecuación del espacio, que conforme avanza el curso va tendiendo a la individualidad.

Se deben buscar estrategias para adecuar la superficie al uso que se le quiere dar, buscando las distribuciones más óptimas que favorezcan la actividad a realizar, reorganizando el mobiliario y los recursos, incluso cambiando su uso. Hay que tener en cuenta el concepto de espacio virtual, cada día más presente en las aulas.
Parodia sobre la influencia del mundo virtual en los niños
La disposición del mobiliario del aula debe favorecer el fácil acceso a los materiales, dando autonomía al niño, un lugar adecuado para exposición de las actividades y otros donde el alumno pueda expresarse y participar libremente, como tablones o buzones. También se ha de tener en cuenta el diseño del aula para favorecer un ambiente positivo y motivador.

Plano de una clase adaptada a las nuevas tecnologías

Los materiales curriculares son elementos fundamentales en el periodo de aprendizaje de los alumnos y se consideran parte integrante del espacio escolar, por lo que se ha de atender tambien a su selección y ubicación. Los materiales utilizados deben ser innovadores, motivadores, informadores, estar bien estructurados didácticamente, polivalentes, plurales y variados, incluso no cerrarse únicamente en materiales exclusivamente escolares.

Según la ubicación de estos materiales pueden definirse como materiales de aula o como específicos y comunes al centro; y según el tipo de uso podrán ser individuales, como los libros, materiales curriculares y fungibles, o comunes, también fungibles, de consulta y didácticos específicos de un área.


Material colectivo didáctico
Materiales individuales, la mayoría fungibles













En cuanto al tiempo cabe decir que es un recurso fundamental ya que construye las interrelaciones en el proceso E-A. Es un error considerarlo como una limitación. Es un valor costoso y escaso, pero su buena estructuración es clave en el proceso de aprendizaje. Para su correcto aprovechamiento hay que atender a algunos principios como globalización, priorización, distribución de las tareas y racionalización y coherencia.

Se consideran diversas unidades de tiempo, según el criterio de clasificación:

- Según la finalidad educativa: enseñanza obligatoria, etapas educativas,...
- Segun objetivos a medio plazo: ciclos educativos, cursos y calendario escolar,...
- Objetivos a corto plazo: trimestres, semanas, evaluaciones, unidades didácticas, créditos,...
- Inmediatos: jornada escolar, sesión,...

El tiempo educativo de los alumnos es todo, el que pasan en la escuela y el que no, ya que los procesos de aprendizaje no paran nunca. Pero la jornada escolar debe atender a unos criterios a la hora de organizar los horarios. Deberá atender a criterios higienico-biológicos, relacionados con los ritmos, el esfuerzo y la fatiga; pedagógicos, variando los contenidos y las materias para evitar el agotamiento y así no perder la atención del alumno y socio-culturales, ya que el lugar donde esté el centro condicionará el horario y calendario de éste.


El horario es el plan que estructura los tiempos de un día, delimitando el inicio y final de las sesiones y la cantidad de tiempo de descanso y de trabajo, repartido en cada materia. Podemos encontrar distintos tipos de horario:


Y, del mismo modo, la jornada escolar tambien puede ser de varios tipos:


Como siempre sobre la mesa queda el debate de qué es mejor, ¿jornada única o partida?
Habrá que prestar mucha atención a la edad de los alumnos y sus características psicoevolutivas. Hay que introducir necesariamente momentos de pausas, descanso y esparcimiento, atendiendo a la curva de trabajo y el índice de fatiga de cada disciplina.

Tiene un índice de fatiga mayor materias como educación física, matemáticas y lengua, frente a las de menor índice que son dibujo, trabajos manuales y música.


El tiempo del profesorado tambien debe organizarse, y como, comenté en la opinión personal de una entrada anterior, no se limita al horario de clases. Los maestros dividen su tiempo de la siguiente manera:

- Trabajo directo con el alumnado.
- Coordinación curricular.
- Formación y desarrollo profesional.
- Relación con el entorno escolar y las familias.
- Participación y gestión del centro.

Toda esta distribución de tiempos está normativizada en los Boletines Oficiales en los que se fija el calendario escolar, se regulan los horarios de los centros, y se establecen las enseñanzas mínimas de la educación primaria.


ALGO TAN DIFÍCIL DE ADMINISTRAR COMO EL TIEMPO.
Quizás uno de los bienes inmateriales más importantes para nosotros. Cuando lo tenemos no sabemos aprovecharlo, sin tenerlo, lo gastamos, y cuando queremos invertirlo no nos queda, curioso.
En el aula no podría ser menos, aunque el tiempo en la infancia es mucho más relativo, no se tiene la misma concepción de éste que cuando eres adulto. Los maestros son conscientes de que, aun siendo un año, un curso, un trimestre, el tiempo vuela y deben aprovecharlo de la mejor manera posible para completar los objetivos propuestos. Siempre hay un margen de variación, pero es necesario tener muy clara esa distribución para ir completando las unidades satisfactoriamente y no se nos queden cosas en el tintero.
Yo me considero una persona que sabe administrarse bien el tiempo, me fijo objetivos y horarios con mucha asiduidad y la mayoría de veces consigo cumplirlos, así que creo que por ese lado no me iría del todo mal. Pero tambien es cierto que nunca me he planteado una estructura horaria con vista a 10 meses y para todos los días, y con la variable importante de que no dependes únicamente de ti.
Me ha gustado mucho este tema, porque además de ligero y conciso, muestra que en un colegio, no todo son libros, contenidos y temarios. Hay una gran importancia del dónde y el cuándo, y puedes jugar con ellos para modificar la consecución de tus objetivos. A mi, personalmente, me parece fascinante el tener esa posibilidad de "jugar" con el entorno, material e inmaterial, para mejorar tus objetivos.
Además, el tema del espacio me ha gustado mucho, porque hace un tiempo di un curso de diseño de interiores, y de proyecto me toco realizar el de una escuela. Me tocó estudiar todas esas directrices de distribución, alturas, seguridad, diseño, iluminación,... para poder diseñar el centro, y me ha recordado muchas cosas el volver a verlo.
Me ha parecido un tema muy asequible, con unos contenidos lógicos y facilmente asimilables. Quizás como siempre, le daría una vuelta de tuerca y añadiría un apartado con respecto al tiempo. Además de estructurarlo para emplearlo en nuestro temario deberíamos plantearles como empezar a saber administrarselo ellos mismos, y dejarles bien clara la importancia del tiempo cuando sean mayores. El tiempo vuela, y una vez que pasa no hay forma de recuperarlo, así que mientras lo aproveches, siempre te quedará esa sensación de satisfacción por haberlo empleado bien.  De otra forma, sólo nos quedaría sentarnos y verlo pasar...






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